ДОМ, МИЛЫЙ ДОМ// HOGAR, DULCE HOGAR.

ДОМ, МИЛЫЙ ДОМ
LAMBDA LIBRE 7:00 A.M

“Le resultaba bastante extraño estar parado frente aquella puerta, ¿ansioso? Tal vez demasiado pero no lo iba a demostrar, estaba seguro que en esta ocasión conquistaría sus demonios.”

Un suspiro salió de su boca al momento en que su mano tomo la fría perilla de aquella puerta, ese domingo 2 de febrero era su nuevo comienzo, era su renacer y quien mas que su mejor amigo y gemelo estuviera a su lado, no menospreciaba al resto del clan Kónev, pero no se podía comparar la conexión que tenia con su gemelo, el cual, por cierto, no estaba seguro que estuviera en la fraternidad. Giro la perilla de la puerta y en cuanto cruzo, observo a su alrededor como era que todo lucia diferente, pero al mismo tiempo parecía estar igual, tal vez solo era cuestión de perspectiva, porque ahora observaba con otros ojos.

. - ¿Qué tiene que hacer un lobo para que su manada le reciba? . –

Termino por gritar al no ver una sola alma en pena. ¿Acaso seria que aun estaban dormidos? No, eso era imposible, no mientras su hermano estuviera a cargo del sitio.

. – Lo siento, pero su seguridad es pésima aquí, entre como si nada y nadie aparece, creo que fácilmente podría entrar y robarme sus preciados trofeos. –

Su ansiedad creció aún más, pues tenía muchas ganas de ver aquellos rostros con los que había pasado tanto tiempo cuando estuvo en ese mismo sitio. Seguro que lo notarían bastante diferente en esta ocasión. Eso, eso era lo que esperaba.

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Aquel libro entre sus manos, los fonos en sus oídos mientras escuchaba las suaves melodías en piano, manteniendo así su mente aislada por completo de todo aquello que podría seguir perturbando su tranquilidad. Pero ahora, mientras estaba estirado en su cama, con las piernas cruzadas, sus ojos leyendo aquellas letras con nuevos conocimientos, Zaria su Golden Retriver, estaba tumbada a su lado… Kobu el pequeño de Leonardo, también a un lado de ambos… como si nada hubiera cambiado en todo ese tiempo. Si no fuera porque Zaria alzo su cabeza, sus orejas se movieron que él quito la vista de aquellas hojas, mirando la reacción ahora de ambos caninos que se alzaron, olfateando algo en el aire y saltando de la cama tras soltar un gruñido.

El ruso se puso de pie, quitándose los cascos de los odios, siguiendo a ambos guardianes como los definía que no dudaron a la hora de comenzar a ladrar, Kobu sobretodo… Zaria por otro lado soltó un fuerte ladrido, antes de saltar escalones abajo y brincarle encima, a quien reconoció de inmediato por su olor. Tan solo había sido una cachorra cuando Sergei, había estado en Lambda, tan solo dos meses… y ahora que ya tenía un año, con unos meses más… pero Zaria jamás se equivocaría, mucho menos con su olfato. Por eso es que mientras el mayor de los dos, comenzaba a bajar los escalones, acaricio las orejas del “pequeño” Kobu, quien miraba de manera desconfiada a quien Zaria saludaba.

-¿Sabes? Para ser tan atrevido de presentarte sin avisar, deberías ser más cuidadoso a la próxima, ¿qué te dije de cuidar tú espalda?.- Exclamo, medio sonriendo al hablarle a su gemelo en su lengua natal, Ruso por supuesto. Acercándose al contrario, extendió su mano para sujetar la contraria y así alzarlo del piso, ofreciéndole un fuerte abrazo.- No se me paso el detalle que debiste llegar ayer, ¿en qué andabas, Sergei?.- Exclamo, antes de observar a su otra mitad… era tan extraño verle de nuevo, pero también reconfortante… como si nuevamente las piezas volvieran a su lugar, exceptuando claro, aquellas que ya habían cambiado por completo, dando paso… a una nueva figura.

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Estaba demasiado ansioso por volver a pisar aquel lugar a pesar de que todo era diferente, se sentía igual que antes, se sentía como un hogar aquel que le importaba mucho y porque esperaba volver a ver a su hermano después de ese tiempo que habían estado alejados. Dejó sus maletas en la entrada y se aproximo a los escalones, esperaba por lo menos dar con su habitación pero aun tenia muchas dudas de si sería la misma o le darían una nueva así como que también si estaban los lobos que el recordaba. Hubiera seguido su camino de no ser porque una Golden se interpuso en su camino, el color y la forma de ladrarle al ruso le indicaba que ya se conocían.

. - Tranquila soy solo yo, el doble de tu dueño . –

Le hacia señas para intentar espantar al perro que parecía no quererle desde nunca, el traía consigo a su salchicha tiburoncin pero estaba dormido en su casita temporal. Volteo a ver a su gemelo, su rostro a pesar que era idéntico al de él, lucía más maduro que antes, seguro que el ser líder de la fraternidad lo avejentaba bastante y no dudó en hacérselo ver.

. - Oye la vejez te está dando bastante duro esta vez hermano . –

Respondió en su lengua natal así como él lo había hecho, lo abrazo con fuerza y dejo que este lo alzara unos cuantos centímetros del suelo. Aquel encuentro era lo que le faltaba a Sergei, se sentía completo nuevamente.

. - ¿De verdad? Es lo Segundo que recibo de ti, una queja porque no soy puntual, por favor… no digas eso como si siempre estuviera metiéndome en problemas . –

Y si, debió haber llegado un día anterior pero no se atrevía o se sentía con la fuerza suficiente para volver a pisar lambda de aquella manera.

. - me vas a decir que me tenías una fiesta de bienvenida con todos tus lobos bailándome ¿eh? Era eso… perdón por arruinar tu sorpresa . –

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Solo un contacto, solo una estreches de brazos bastaron para saber que su gemelo se encontraba tal cual como era antes, quizás le faltaba un poco más de musculatura, pero no era el flacuchento que las drogas le controlaban. Rodo sus ojos al soltarle, al tiempo que le daba una colleja con suavidad. Dejo que un suspiro escapara de sus labios, mientras chistaba sus dedos al ver como Kobu estaba tras Zaria, quien seguía mirando fijamente a Sergei, ¿Y quién pensaría que aquella Golden actuaria tan protectoramente?.- Tranquila, Zaria, ve a jugar con Kobu.- exclamo el ruso, en lo que pescaba a su gemelo para arrastrarlo hacia la cocina, en lo que iba preparándose un poco de café.

-Ya no son mis lobos, aunque ya quisieras que te bailaran, degenerado.- dice medio sonriendo burlón, ciertamente habían pasado muchas cosas desde que su gemelo había desaparecido de Miami. No solo dejo el país, sino que también se alejó en el peor momento para él mismo… Se quedó con la vista fija en el techo de aquel lugar, la cocina se había transformado en su mayor refugio… todo después de la partida de Nikki. – Muchas cosas han cambiado desde que te fuiste, la primera es como te mencione recién, ya no soy Líder de lambda, Min también se fue de la fraternidad, estuvo un tiempo por su propio camino y ahora es un dragón.- entonces le tendió una taza de café.- Keegan es líder de Lambda, a y ya tenemos una piscina como tal.- entonces bajo la taza de café, viendo como Zaria estaba una vez más fuera de la cocina, mirando hacia el interior, Kobu tumbado al lado de ella… ¿realmente aun no olvidaba las cosas verdad? Una suave sonrisa curvo la comisura de sus labios.

-Lo diré ahora, antes que hables directamente con Vladimir y Igor, tras la muerte de nuestro padre, tome el control de los negocios.- Y no solo los que iban siendo conocimiento en común, sino también de aquella oscuridad que iba arrastrándolo a las sombras, pero…- No quiero que se lo confirmes a ninguno de nuestros hermanos, sé que Igor lo tiene presente, pero no ha tocado el tema desde que les dije claramente que eran libres de las manos de pietro.- Se enderezo, mirando la expresión de su gemelo, ladeando una sombría media sonrisa.- Tranquilo, no tienes por qué poner esa expresión.- se giró para así lavarse las manos en el grifo, colocándose a preparar el desayuno… quizás en parte para que analizara las palabras que había dicho, o quizás para él mismo intentar no mostrar… la oscuridad que podía dominar en su semblante, al sacar aquel tema.

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Su perro siempre le había odiado y no entendía porque si eran completamente idénticos, seguro tenía que ver algo con el aroma y quien sabe que más, pero a Sergei si le daba un poco de miedo que le fuera a querer morder. Le hizo señas a la perra para que se fuera a donde Balthasar le decía que se moviera, Sergei no se movió de su lugar hasta que noto que la perra estaba fuera de su alcance, siguió a su hermano hasta la cocina, ese sitio sí que no había cambiado para nada, todo perfectamente bien acomodado y limpio, seguro que por cortesía de su hermano mayor.
. - ¿Cómo que ya no son? ¿Se revelaron las locas? . –

Bromeo sobre aquello y más refiriendo el locas por lo del baile, no por otra cosa. Además, estaba seguro que si alguno de ellos se atrevía a darle el baile de bienvenida, otros le seguirían la corriente porque eran una manada de locos y uno complementaba al otro, o eso es lo que recordaba de aquellos viejos tiempos en los que había estado en aquel sitio.
. - Vaya, si que me he perdido de muchas cosas con esas vacaciones que me avente . –

Se soltó riendo porque ambos sabían que lo suyo no habían sido ningunas vacaciones, porque para empezar no la había pasado para nada bien, había sufrido bastante para lograr limpiarse y si tal vez había encontrado una luz que iluminaba su camino, pero no iba a decirlo en aquel momento pues se sentía un poco avergonzado ante aquel detalle que le había ayudado a encontrar la fuerza para alejarse de sus vicios.

. - Pues mientras todo vaya bien y tu estés tranquilo con ese relevó, yo lo estaré pero si quieres, también podemos hacerle una emboscada a Keegan . –

Le guiño el ojo y chasqueo la lengua. Si bien a pesar de muchas cosas, Balthasar seguía siendo el modelo a seguir para Sergei, solo que no lo aceptaba ni lo aceptaría jamás en muchas cosas y claro que el menor de los gemelos no dudaría en apoyarle en cualquier locura a su hermano. La sonrisa que había mantenido en el rostro desde que se habían visto como si fuera un espejo, comenzó a borrarse ante la nueva información.

. - No puedo tener otra expresión Balthasar porque… ¿Te das cuenta de lo que me estas diciendo? ¿realmente te oyes? . –

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LAMBDA SERGEI 7:00 A.M



-No necesito escucharme, cuando se perfectamente lo que estoy manejando en mis manos.- exclamo con firmeza, dejando que Sergei viera aquella expresión sombría en su rostro.- Las cosas han cambiado desde que te fuiste, quizás no era el momento de informarte, pero tenías que saberlo, más si quieres mantener relación conmigo.- Y no es que precisamente le dijera aquello, buscando perturbar a su otra mitad, pero la verdad de todo eso… es que siendo como fuera Sergei, siempre había sido en quien más había confiado, esa parte de sí mismo que jamás podría ser remplazado por nadie más.

Tomo un sorbo de su taza de café, medio sonriendo en lo que contemplaba al contrario.- Sergei, nuestro padre estaba completamente fuera de control, más al saber que Igor tenía completo control de su vida, tú habías mantenido todo lo posible los ojos de él lejos de tu persona, y Vladimir jamás fue una opción para él.- ciertamente, hablar de aquello en Lambda no era precisamente lo que había pensado que ocurriría, ¿pero tenía que ser sincero no?.- Para que la amenaza de Pietro no llegara a afectarles, a ninguno, tuve que tomar cartas en el asunto.- Sí… tomar cartas, tomar el control para eliminarlo de sus vidas, no es que le pesara en realidad haber pensado cada detalle de su muerte, mucho menos lo que debería dejar para poder conseguirlo… cerro sus ojos, dejando escapar el aire entre sus labios.

-Y preferiría que a Keegan lo dejaras fuera de esto, es un buen Lambda, está llevando todas las cosas como corresponde.- exclamo, mirando a su hermano.- Cuando me sacaron del liderazgo, estuve un tiempo fuera de Lambda, en ese entonces Pietro estaba moviendo los hilos, hasta que di con él, por eso…ya que no tenía una obligación estando aquí por los lobos, tome la determinación para así entregarles la libertad de sus vidas.- se encogió de hombros con naturalidad, después de todo no podía evitar pensar, que aun cuando más caía en las sombras, resultaba que fue Anna quien le había rescatado de todo eso, de… convertirse en alguien peor que su padre.

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LAMBDA LIBRE 7:00 A.M

Vaya que las cosas habían cambiado, la verdad es que el ruso no se esperaba nada de eso, pero la vida de eso constaba, de cambios constantemente, cambios que se suponían que te llevaban a evolucionar y sacar lo mejor de uno o lo peor en mucho de los casos. Y aunque no estaba para nada de acuerdo que el hubiera tomado las riendas sobre aquello, sabia que no había poder humano para que Balthasar cambiara de opinión.

. - Se que tomaste una decisión y también se que nadie te va a hacer cambiarla tan fácilmente así que no me queda más remedio que aceptarlo, después de todo eres el mayor y sabes lo que haces, por lo menos yo intentare apoyarte en lo que pueda, no planeo dejarte solo en nada y lo sabes . –

En las buenas y las malas estarían juntos y eso se lo decía siempre, aunque no era necesario que en ese momento lo dijera. El continuar escuchando aquellas palabras le hacían creer que podía escuchar a su padre, pero sabia que no era así, Baltho jamás seria como el y mucho menos se parecería a Pietro, el actuaba por el bien de toda la familia.
. - Solo espero que sepas lo que estás haciendo . –

No iba a ahondar en el tema, porque no se sentía ni siquiera remotamente fuerte para tratarlo porque iba a querer salir de allí a beber algo, esperaba que su hermano lo entendiera, así como el trataba de entenderlo a él.
. - Intentare no darle problemas así que llevare un perfil bajo, lo prometo. . –

Sentía que se estaba poniendo bastante densa la conversación por lo que negó con la cabeza, no quería sentirse así.
. - Yo solo quiero que llegue el día en el que me digas que eres feliz . –

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LAMBDA SERGEI 7:50 A.M


Una suave sonrisa se expandió por sus labios, sentimientos que eran imposibles de enterrar, aquel entendimiento entre ambos. Incluso aunque no fuera el momento, podía darse una clara idea de lo que podría estar pensando en su mano, en como la oscuridad en sus ojos era evidente. Ninguno deseo jamás seguir los pasos de su padre, se alejaron toda una vida para así huir de él… incluso cometieron errores, como los que a él le toco dar cara. El dolor de Vladimir al ser dejado atrás, el tiempo perdido entre todos por ideas que por lejos, fueron equivocadas.

Pero ahora que miraba a Sergei, no dejaba de resultarle melancólico, esa parte traviesa de sí mismo había quedado atrás… todo el dolor, toda aquella oscuridad, el cargo sobre sus hombros, dejando así que lo envolvieran mientras se mantuviera alejada de sus hermanos. ¿Pero a veces aquellos actos no bastaban, verdad? Tampoco era necesario ponerlo en palabras, bastaba ver los hombros tensos de Sergei, la postura recta, nerviosa… incluso ni siquiera tuvo que mirar sus manos, o el movimiento en el asiento, para saber que hablar de todo eso le producía unas ansias. Cerró sus ojos, encogiéndose de hombros, suspiro, mirando a un punto fijo en realidad… no quería seguir analizándolo.

-Nunca espere que eso fuera posible, menos con las decisiones que he tomado, siempre creí que nikki sería todo mi mundo, pero me equivoque.- negó suavemente.- Anna respeta mi manera de actuar, como también es bastante consiente que algo a sucedido… porque fue ella la que estuvo allí en primer lugar, más no me ha encarado y tampoco exigido saber la verdad.- confeso, esbozando una sonrisa en sus labios.- Si no me perdí a mi mismo, fue gracias a ella, es tan obstinada como también tiene un gran problema del control, en más de una ocasión termine siendo secuestrado por esa morena, ni siquiera puedo discutirle por completo porque encuentra una solución o una respuesta.- una risa escapo de sus labios, pasando su mano por sus cabellos.- Y ella ya sabe de ti, estoy seguro que querrá conocerte cuando le diga que estás de regreso en Miami, más como lambda.- medio sonrío.- Ahora háblame de ti, ¿Cuáles son tus planes aquí?.- pregunto sin tapujo alguno, ante el verdadero deseo de su gemelo.