YOU BETTER RUN NINOT HOME SOLA 9:20 A.M

Roma nunca lo imagino, siempre pensó que su pasado jamás le traería problemas o llegaría de esa manera. Por un motivo es que había dejado Los Ángeles, después Boston y… ¿ahora Miami? Para ella no había sido fácil el permitirse querer a las personas, tener una relación seria o tener amigos que en verdad le importaran. Había bajado la guardia, ahora lo sabía y es que el ver aquella imagen en el hospital le hizo congelarse, encontrarse nuevamente frente aquel rostro sintió un terror increíble, uno que pensó jamás tener. Sus ojos eran fríos y podía sentir cómo es que ese frío recorría por sus venas.

“Que…. ¿qué haces aquí? ”

Sus ojos temerosos como los de un cordero, su voz temblorosa se había atrevido a salir, pero a pesar de que su reacción era correr y alejarse de allí, sabía bien que no tenía caso, su piel, el rechazo que sentía al sentirla sobre su rostro, ese movimiento la dejo completamente paralizada. “Mi pequeña Desire…. ¿de verdad? ¿Miami? Me parece completamente ridículo que estés aquí, bien sabes donde debes de estar y es a mi lado”

Escucharlo decir aquello le hacía temblar, Roma juraba no sentir miedo, hacia muchas cosas, se tiraba de paracaídas, andaba a una gran velocidad, le gustaba sentir la adrenalina recorrer su cuerpo porque así se sentía viva, pero en aquel preciso momento podía sentir mucho miedo. Podía recordar las palizas que le había dado, la vez que le quebró las costillas de una patada solo porque no había llegado a dormir porque había estado estudiando y el tiempo se le había pasado, era una carrera muy difícil la que había elegido y tomaba mucho tiempo y eso que apenas comenzaba pero aquello era algo que a él no le importaba, creía que le engañaba y solo fue una bofetada que la lanzo al piso y después un par de patadas que le rompió las costillas, cuando llegó al hospital dijo que se había caído al suelo. Esa solo fue una de las tantas ocasiones en las que la habían enviado al hospital.

“¿Qué? Ya sé, pensabas que no te iba a encontrar, Roma, Romita…. Tus redes sociales te delatan y aunque no te siga… fuiste muy fácil de encontrar”

¿Por qué no podía correr? ¿Qué le impedía ir al lado contrario? ¿Por qué no llamaba a seguridad? No podía moverse, sentir sus manos tan cerca le daba repulsión y un miedo terrible, cerro los ojos cuando los dedos de Jonás rodeaban su cuello, no había presión ni nada, pero sabía lo que significaba... “Tranquila, no estoy aquí por ti, no del todo, pero solo debo decirte que sé que has estado haciendo, se con quienes te juntas y bueno…. Los accidentes pasan ya lo sabes ¿verdad?”

Repetía aquella escena una ya otra vez, repasando como es que debió haber actuado, como debió haber alzado la voz, como es que las cosas podían haber sucedido de manera diferente, estaba cansada de estar en aquella casa que no era su hogar, estar prácticamente encerrada.

“Si Ninot, todo está bien… No, en realidad no, nada esta bien estoy cansada de estar escondida estoy cansada de…. solo…extraño mi vida, la gente que hay en ella, la gente que amo, extraño a mis hermanos de fraternidad, extraño a mi novio…. Estoy harta de solo enviar un mensaje o dos para decirles que estoy bien, que no se preocupen cuando en realidad… estoy que muero del miedo, miedo porque ellos puedan salir heridos porque él es capaz de cualquier cosa hay muchas cosas de mi vida que no saben y entre ellas está que me metí con un hombre realmente enfermo y que puede hacerles mucho daño y eso…. Eso no lo puedo permitir porque… por fin me siento en un hogar y no quiero que los arruine como lo hizo conmigo”

Y es que aquella chica que había conocido, había sido una salvación, porque nadie se imaginaba que terminaría con ella, que viviría con esa chica en aquellos momentos que sentía que tenía que correr, dejar Miami y ahora tenía un sitio en el cual podía pensar cómo es que iba a actuar.